Se ha demostrado que la conexión a tierra mejora el sueño, normaliza el ritmo de cortisol entre el día y la noche, reduce el dolor, reduce el estrés, cambia la activación del sistema nervioso autónomo de la simpática a la parasimpática, aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca, acelera la cicatrización de heridas y reduce la viscosidad de la sangre.

Los expertos en conexión a tierra y conexión a tierra creen que esta práctica puede ayudar a mejorar la circulación, lo que significa que puedes distribuir mejor los nutrientes por todo el cuerpo y también eliminar los desechos y las toxinas.

El “Grounding” no solo es antiinflamatorio y estabilizador, sino que también mejora el estado de ánimo y los niveles de energía, y puede funcionar junto con cualquier terapia, medicamento o tratamiento para la depresión que su médico pueda sugerir.

En pruebas e investigaciones científicas se demuestra que tan solo 30 minutos de conexión a tierra mostrarán cambios internos y beneficios, en particular para la sangre.

Lo ideal sería que estuviéramos conectados a tierra las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero la vida diaria se interpone en el camino, por lo que si puedes hacer al menos 30 minutos al día, este será un excelente punto de partida.

El agua del océano es la mejor opción para lograr una conexión a tierra exitosa debido al alto contenido de sal. Es el agua salada la que sirve como excelente conductora de electrones. Ahora, si está limitado por sus opciones de cuerpo de agua, opte por lo que pueda.

El agua de mar contiene ácido silícico que ayuda a aliviar problemas de la piel como el eccema y la psoriasis. Tiene un gran efecto en cualquier persona con reumatismo, artritis, dolor de espalda o articulaciones, músculos contraídos.

¡No hace falta decir que tomarás un poco de sol y te pondrás a broncearte!

La exposición a los rayos UV es el método principal para aumentar los niveles séricos de vitamina D, lo que representa numerosos beneficios para la salud.

Los niveles más altos de vitamina D se asocian con la protección contra el desarrollo del cáncer, incluido el melanoma. La latitud, la estación del año, el color de la piel y la protección solar determinan la absorción de rayos UV y la producción de vitamina D.

Se ha demostrado que los aceites de coco, almendras e incluso lavanda ofrecen un SPF natural. Es decir, absorben un porcentaje de la radiación solar y previenen parte de los daños que ésta podría causar. Debido a esto, algunos naturalistas afirman que puedes untarte aceite de coco como preparación para un día. 

●El aceite de coco es una de las alternativas naturales más conocidas al protector solar. En su forma más pura, el aceite de coco se obtiene presionando firmemente la pulpa (o carne) de un coco, ya sea fresco o seco.

●El aceite de sésamo también actúa como protector solar natural altamente nutritivo; Ayuda a la piel contra los rayos UV. Aplique una capa delgada sobre la piel y ayudará a no permitir que las partículas de ozono se oxiden y será un bloqueador solar natural.

●El aceite de aguacate es rico en vitaminas y minerales, como las vitaminas A, D y E, y potasio, lo que lo convierte en un excelente ingrediente para nutrir y proteger la piel del daño solar.

Tu piel es tu órgano más grande y, en la mayoría de los casos, los protectores solares comprados en las tiendas contienen numerosos ingredientes tóxicos que la piel absorbe y ingresan al torrente sanguíneo, causando todo tipo de estragos. Incluso se sabe que algunos bloquean los rayos UV incorrectos y causan daños a los arrecifes de coral y la vida acuática.

Cuando se trata de qué ingredientes de protección solar se deben evitar, la oxibenzona es uno de los más importantes a recordar. Esta sustancia química encabeza nuestra lista porque generalmente es el ingrediente más común que se encuentra en los protectores solares químicos, lo cual es desafortunado porque también se considera ampliamente que es el ingrediente más tóxico.